Ganadores
Ganadores Años Anteriores de Microrrelatos.
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Edición 2023
Edición 2022
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SE NOS ACABAN LAS PÁGINAS
- Un planeta sin saber leer. - ¿En serio? ¿Esa es tu mejor respuesta? - ¿Qué tiene de malo? - Si pudieras vivir en un mundo ideal, ¿preferirías vivir en un planeta donde no saben leer? - En efecto. - ¿Por qué? - Así nadie terminaría de leernos nunca y podríamos vivir para siempre. - Eres muy dramático, Romeo, quizá tenemos un final feliz y todo. - No sé yo, Julieta… se nos acaban las páginas.
Paula Pintado Mejía - IES EL BOHÍO
Edición 2020
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HÉROES SILENCIOSOS
En la habitación blanca tengo un compañero. Está dormido. Cada noche le cuento una historia, sé que me escucha, a veces me parece ver un amago de sonrisa. Hoy viene Lila, la enfermera. Con sus manos firmes y experimentadas, me toca la frente, me habla con cariño y me sonríe - "Estás como una flor"-me dice, y le creo. Mañana volverá, con la ternura en sus ojos y la risa revoloteando en su interior. No hay mejor medicina que la bondad de Lila y el lento respirar de Manuel, porque sé que está vivo, porque hay esperanza...
Valentina Palacio Gutiérrez - UPCT
Edición 2019
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CENA EN FAMILIA
Ya no faltaba nada para la cena. Papá se encargó de cocinar la carne en la barbacoa de leña. Mi hermano traía la bebida, leche de coco bien fresquita, y mientras, yo preparé la mesa con los primeros utensilios que encontré. Mi padre nos sirvió a la par que caía un precioso atardecer en aquella paradisíaca isla de arena blanca y agua cristalina. Lomo, costillar, pierna, oreja, intestinos... Nos lo comimos todo, incluso el tuétano de los huesos. La verdad es que, hasta en la carne, se puede apreciar el amor de una madre.
David García Pérez - IES Juan Sebastián Elcano
Edición 2018
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MUERTE
El rey se levantó, miró por vez última el cadáver de su esposa y huyó hacia la torre. Se dio cuenta de que apenas podría caminar con sus tullidas piernas, y comprendió que necesitaría su caballo. No obstante, ¿cómo llegar? Era un suicidio. Lo alcanzarían antes. Tropezó, trató de esconderse, caminó con torpeza y finalmente, en su último suspiro, pudo oír perfectamente: «Jaque mate».
Blanca González Martínez - IES Jiménez de la Espada
Edición 2017
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CARCAJADAS
Antes, disparaba carcajadas para ahuyentar fantasmas, disimulaba mis demonios y ponía gafas de sol a las lágrimas. Pasaron los años y a fuerza de treguas, ganancias y pérdidas, el disfraz se convirtió en mi vestido preferido. Dejé de usar mi risa como escudo y empecé a usarla como abanico, para llenar de aire fresco no solo mi alrededor sino también mi propio rostro lleno de cicatrices que perdonar. Ahora, en vez de llorar por costumbre lo hago por higiene, en vez de reír por precaución lo hago por incontinencia. Estas carcajadas no son mis balas: estas carcajadas son mi respiración.
Mireya Gómez Encinas - Libre inscripción
Edición 2016
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MIS CAPRICHOS NECESARIOS
Me gustaría que existiera un lugar donde los relojes marcaran horas distintas a la vez, donde pudieras ir a comer a las cinco de la tarde o a cenar a las tres de la madrugada; donde las calles, nocturnas, fueran capaces de protegerme ante un inminente oscuro amanecer, mientras bailo algún tipo de danza inventada; donde los sentimientos no fueran más que anécdotas, y tú, no más que un bendito recuerdo en el que, durmiéndome del mundo, poderme sumergir.
Lucía Francoso Fernández - IES Isaac Peral
Edición 2015
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SEGUNDO ACTO
Aplaudieron, eufóricos. Cortaron los hilos de los títeres y comenzó, de una vez por todas, la función.
Ángela González Galindo - IES Isaac Peral
Edición 2014
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INVENCIÓN
Aquellos que asistimos al funeral del pobre tío Ramiro, el inventor del 'espejo que sólo reflejaba sombras', vimos al pueblo enfrentado entre aquellos que opinaban que se trataba de un chiflado y los que pensaban que era un genio adelantado a su tiempo. Pero cuando apareció misteriosamente un forastero, vestido elegantemente, como venido de otra época, se hizo el silencio. Quién sino la sombra, el reflejo vacío de la ilusión, disfrazada estilosamente, había llegado al pueblo. Desde entonces perpetuó el espejo como revelador de las más controvertidas mentiras.
Reyes Cano Mármol - IES Jiménez de la Espada
Edición 2013
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PANDORA
Apoyado en la pared la veo acercarse a mí. Su corta falda deja ver sus finas piernas,bronceadas por el sol. Su cabello alborotado se mueve a cada paso que da, y su mirada risueña esconde probablemente mucho más de lo que deja ver. Veo sus dientes amarillos cuando abre la boca para pedirme un cigarrillo. Le digo que no fumo, suelta una risita y se va. Probablemente no tenga más de doce años. Antes de perderse entre las arterias de esta ciudad, se vuelve, se relame los labios y me guiña un ojo. Aparto la mirada.
Pablo Serrano Torres - IES Jiménez de la Espada
Edición 2012
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TÍTULO
Una cabra en llamas vomita las hormigas que no ha podido digerir bien. En la cuneta, juncos ardiendo danzan con el viento en un tango de pasión y fuego. Todo se quema en las puestas de sol, es normal. La naturaleza necesita hacer borrón y cuenta nueva antes de abandonarse a los placeres de la noche.
Hugo Cano Fernández - IES Jiménez de la Espada
Edición 2011
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TÍTULO
Ella no temía el final, no temía la luz del final del túnel. Le aterrorizaba la claridad de la vida, los colores, las formas, los olores, la gente feliz... La muerte teme la vida pero, ¿en qué momento murió?.
Alejandra Ruiz Martínez - IES Isaac Peral
Edición 2010
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TÍTULO
El asesino me observa desde una ventana próxima. Me giro en todas direcciones sin saber muy bien a dónde mirar. “Vamos, ¿a qué esperas?”, le grito. De repente, el peso de la culpa y el miedo caen sobre mí. Veo una pistola en el suelo a mis pies, la cojo y me la acerco a la sien. Todo da vueltas y no sé qué hacer. Oigo un disparo. ¿He sido yo o ha sido él?.
Rosalía García García (R. Salander) - IES Los Molinos
Edición 2009
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SIETE VIDAS
Pensé en todas mis vidas, y me compadecí de los gatos, que sólo tienen siete…
Esther Sixto Valera - Libre inscripción
Edición 2008
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TÍTULO
En el gran salón, se hallan por parejas los danzantes invitados; el político con ropas de mentiroso bailando con la verdad, el comerciante con disfraz de engaño junto a la igualdad, por allí va el cura de pagano, que se acerca a la realidad, y aquí, estoy yo sentado, vestido de patata y sin bailar.
Cristóbal Bautista Hernández - IES Salinas del Mar Menor
Edición 2007
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TE BEBERÉ
Te beberé, dijo alguien. Pues te mataré, dijo el veneno.
Richard Howard Bent-Marshall. - IES Salinas del Mar Menor
Me puse en los zapatos de los demás. Calcé los de él, con sus lluvias frías y gruesos cordones. También me probé los de ella, con sus tacones altos y brillante puntera. Y dejé los míos apartados en la esquina de la entrada, bajo el perchero. Comenzaron a desteñirse y yo me olvidé de ellos. Con el tiempo, los demás zapatos me empezaron a quedar muy pequeños o demasiado grandes. Ya no encontraba mis zapatos. Ni siquiera en las zapaterías había de mi talla. Me quedé descalzo. Había muchos otros zapatos en el mundo pero ninguno eran los míos.