Yo ante el espejo
03/04/2024
Son las ocho de la mañana de un lunes cualquiera.
Me miro al espejo: ropa casual: la sudadera del montón y un pantalón básico; el pelo alborotado, las gafas en la nariz, un pelín torcidas, no vaya a ser que pierda mi locura; labios con sonrisa puesta, ojos de dormido arropados con una generosa capa de rímel –¿para qué despertarlos?, que sigan viendo sueños–; unos pendientes discretos, uñas góticas y botas grandes, para pisar fuerte…
Sigo mirándome al espejo, sonrío, ella me sonríe, la del espejo, yo sonrió, y él sonríe, sonreímos, nosotres creemos que podemos cambiar el mundo.